viernes, 16 de noviembre de 2007

Concentración desinformativa.


Cuenta el mito griego que el Titán Cronos devoraba a cada uno de sus hijos con la intención de conservar sus poderes, ya qué una profecía le advirtió a este que de no hacerlo sería suplantado en el poder por alguno de sus hijos.
Algo parecido pasa actualmente en el mundo de la comunicación, las grandes empresas o concentraciones absorben continuamente a otras con la intención de perpetuarse en el poder mediático. ¿Las razones? Maximizar el beneficio, erradicar la competencia, aumentar la cuota de su poder de cara a los ciudadanos y al poder político y según mi opinión crear cierto estado de autoritarismo informativo.
Los medios de comunicación son los ojos a través de los que todo el mundo mira, sus palabras son el a, b y c, de muchos individuos de la sociedad que engullen información sin poner en marcha el estómago intelectual. ¿Es compatible la concentración de empresas informativas con la libertad? Yo pienso que no, la pluralidad informativa no puede estar en manos de los intereses económicos y empresariales, sino de periodistas responsables con su trabajo y con los ciudadanos, si aún los hay, periodistas que muestren la realidad al otro lado de la ventana y no nos intenten engañar con ilusiones visionarias y paisajes sectarios.



Publicado hoy en el diario "Público" bajo el título de "El mito de Cronos", sección de cartas al director. Autor: Francisco Asencio.

viernes, 28 de septiembre de 2007

Sangre por libertad.


Sangre por libertad. Como si de un trueque se tratase, este es el precio que esta pagando desde hace unos días el pueblo birmano con el objetivo de derrocar a la Junta Militar que desde 1990 ejerce el poder en el país. Este gobierno accedio al poder mediante un golpe de Estado, derrocando al gobierno legítimo y democrático elegido por el pueblo. Desde entonces el país ha sido víctima de los constantes abusos de los gobernates: violación sistemática de los derechos humanos, corrupción sin límites del Estado, apropiación de los medios de comunicación y represión brutal de cualquier tipo de disidencia, entre otras muchas cosas.


La subida en los impuestos del carburante, un 500%, ha sido la gota que ha colmado la paciencia de la ciudadania birmana, que apoyada por los monjes budistas, se ha echado a la calle para reivindicar la apertura del gobierno y el inicio de un proceso hacia la democratización. La sociedad se asfixia economicamente pese a que Birmania es exportador de gas y recibe por ello grandes cantidades de dinero, que obviamente son filtradas y requisadas por el gobierno para despilfarros varios, como la boda de la hija del presidente.


La respuesta ante las protestas no se ha hecho esperar, el gobierno ha mandado al ejercito a la calle, no para contener las manifestaciones o simplemente para disolverlas, no, han sido enviadas para asesinar a todo aquel que este en ellas, el toque de queda se ha implantado en todo el país y ningun periodista puede entrar en Birmania, si lo hace corre el peligro de ser una víctima más, como Kenji Nagai, este desconocido fotógrafo japones que se ha hecho tristemente famoso al ser asesinado cuando intentaba ser los ojos de todos nosotros con su cámara de fotos.

Este es un movimiento típico de las dictaduras cuando se producen revueltas en el propio país. Nada de medios de comunicación extranjeros, mejor que todo se quede en casa, que la gente no vea las barbaridades que se cometen, es la forma de que la comunidad internacional se mantenga al margen, quieren enmudecer y cegar a los periodistas, lo que no sale en la televisión y en los medios simplemente no existe.


No hay periodistas, pero hay personas, con cámaras, moviles e internet, toda la sociedad birmana se ha convertido en productores de información, cualquiera que tenga una cámara se juega la vida en las manifestaciones con tal de que todos nos enteremos de que esta pasando allí, de que comprendamos la importancia de lo que alli esta ocurriendo y que de alguna manera los países ricos y superdesarrollados actuemos de alguna manera para evitar el baño de sangre que, pese a que ya ha comenzado, tiene visos de convertirse en una gran masacre como las ocurridas en Darfur o en Ruanda. Hoy ha llegado una mala noticia, ya que el gobierno ha inutilizado las conexiones de internet, lo que significa que la llegada de información en estos momentos va a resultar muy dificil, pero bueno, ya sabemos lo que esta pasando ¿no?, ahora nos toca actuar.


¿Y cúal ha sido la respuesta de los miembros de la ONU hasta el momento?. Ninguna. Bueno si, por un lado EEUU ha decidido sancionar económicamente al país, algo totalmente inutil, ya que cualquier tipo de ayuda pasa por manos del gobierno que es el que se queda todo el beneficio, si por algun casual llega una infima parte de la ayuda a la población, esta ha sido tambíen eliminada. Este tipo de sanciones son del todo ineficaces. Por otro lado la ONU se ha vuelto a mostar como un aparato mediador de escaso valor, ya que pese a que la mayoría de los países, supongo, estan en contra de lo que esta sucediendo, la organización se encuentra atada de pies y manos debido al derecho a veto que tienen Rusia y China como miembros del Consejo de Seguridad. Las dictaduras se apoyan entre si...no pongan cara de sorpresa hagan el favor...


Así que no queda más que esperar la masacre por la que luego todos nos lamentaremos al oir historias crueles de tortura, mutilación y niñas violadas mientras degustamos tranquilamente la comida que nos ha preparadao nuestra mama con tanto cariño.


Puede ser que al final el trueque se lleve a cabo en su totalidad y que las calles bañadas en sangre de héroes anónimos hagan nacer las flores de la libertad, esa libertad que ya nunca podra ser disfrutada por aquellos que murieron por conseguirla, pero que en un gesto de puro romanticismo vital se la regalaran a todos aquellos que seguiran luchando por vivir en un mundo mejor.


My support for all citizens of Birmania.


lunes, 24 de septiembre de 2007

La Iglesia Roja


Esta entrevista fue realizada por mi en el mes de junio de este año para reflejar la pugna que mantenía y sigue manteniendo la ultraconservadora institución eclesiastica frente a la Iglesia de San Carlos Borromeo, una pequeña parroquia situada en el madrileño barrio de Vallecas, más concretamente en Entrevías. Según manifiesta el obispado la liturgía tradicional no se realiza de forma correcta en la parroquia, es decir, los parrocos visten con ropa de calle, las ostras son sustituidas por pan o galletas y la profusa ceremonia cristiana se convierte en una asamblea donde la palabra de los feligreses adquiere un valor equivalente a la sacra palabra de los evangelios. Por los pasillos de la parroquia se puede ver a gente jubilada con sus nietos, personas que luchan por reintegrarse en la sociedad despues de su paso por la cárcel, inmigrantes de cualquier lugar en busca de una vida digna, todos hacen una piña y entonan un canto a la solidaridad más alla de la religión, las etnias y los prejuicios. En una de las paredes del templo hay un dibujo en el que se puede leer: ¿Iglesia Roja?, si, y amarilla, azul, verde y morada. Quizás la preocupación de la institución eclesiastica es el nacimiento de una nueva iglesia, una nueva forma de ver el mundo, una forma más humanista y menos dogmática, una iglesia de todos y para todos, un lugar donde lo menos importante sea quien es tu dios o en qué carajo crees, donde lo que importa son las acciones de solidaridad real que realizan las personas en favor de los sectores más marginados por la sociedad.



Javier Baeza: “Dios es un concepto tremendamente manipulado”


Desde hace unos meses la parroquia de San Carlos Borromeo, en Entrevías, es noticia por la orden de cierre recibida por el obispo de Madrid, Rouco Varela, que alega que no cumple debidamente con la liturgia cristiana. Desde entonces ha surgido un movimiento social que trata de impedir el cierre de la parroquia, más preocupada por la ayuda a los sectores marginales de la sociedad que por seguir el conservador dogma de la institución eclesiástica. Javier Baeza es uno de los curas de la parroquia, que junto a Enrique de Castro y Pepe Díaz son la cara visible de una nueva forma de entender la religión católica.



P: ¿Cómo decidió que quería ser cura y cuales fueron sus motivaciones iniciales?


R: Por un lado el conocer a otros chavales mayores, de 17 o 18 años, que en aquella época me mostraron que el ser cura podía dar felicidad a su vida. Vi que era un estilo de vida que me podía hacer feliz, como a fecha de hoy lo es, y además que esa felicidad estaba basada en servir a la gente.

P: ¿Les molesta ser conocidos en los medios de comunicación como “los curas rojos”?


R: Molestarnos no, pero creo que es una adscripción más de los años de la Transición, un poco obsoleta, pero bueno, si lo de ser cura rojo significa o equivale a compartir tu vida con los demás, desde ahí si, pero la tipología política en este sentido ni nos sentimos identificado ni gastamos más fuerza en ello.

P: ¿Qué motivos alega tener el obispado para exigir el cierre de la parroquia de San Carlos?


R: Hay unas razones formales, que son las que ellos han dado a los medios de comunicación. Por un lado que nuestra liturgia no es católica y no sigue el ritual de la Iglesia oficial y la otra razón que nuestra catequesis no esta homologada. Yo creo que eso es lo formal, lo real es que durante muchos años esta parroquia se ha significado, no solo por su compromiso con el mundo de la exclusión social, sino por, desde ese compromiso, denunciar y poner en cuestión todas las instituciones de poder, entre ellas la Iglesia, que de alguna manera dificultan el que el ser humano sea libre. Por otro lado, en el fondo real hay una asintonía por parte de la Iglesia institucional de entender el evangelio de Jesús como un compromiso desde el lugar social de los últimos. Yo creo que eso es lo que más rechina en la Iglesia.

P: Sin embargo desde el obispado se habla de la creación de un centro de Caritas. ¿Responde esto a algún tipo de cortina de humo?


R: Si iría en esa línea. Después del comunicado que emitieron ha habido un silencio absoluto por parte del obispado. La Iglesia plantea una dicotomía, por un lado va la celebración de la fe y por otro la acción socio-caritativa de la Iglesia. A mi me parece que eso es falso, yo entiendo como creyente, que si existe algún maridaje absolutamente indisoluble es el de la proclamación de la fe y la lucha por la justicia. No se puede separar la acción social de la iglesia.

P: ¿Se esperaba la amplia reacción social ante la amenaza de cierre de la parroquia de San Carlos Borroneo?


R: No, sin embargo pienso que la repercusión social ha venido por sacar el conflicto a la opinión pública, no solo a los creyentes .Creo que ha sido la decisión más acertada durante este mes y medio que llevamos de conflicto porque ha sido una manera de verbalizar y expresar que lo que ocurre dentro de la Iglesia, como institución pública que es, son problemas que nos atañen a los creyentes y a todos los ciudadanos. Si algo dificulta la vida de la Iglesia es esa tentación que hay de lavar los trapos sucios dentro de casa, a mi me parece que la Iglesia tiene que ser limpiada de forma pública porque tiene que ser una institución abierta.

P: ¿Creé que el caso de San Carlos se esta extendiendo más allá del barrio y la ciudad?


R: Si, lo que ocurre o pueda llegar a ocurrir en torno a la parroquia es una situación que, desde luego, nos ha desbordado positivamente. Yo hablo de una marea de solidaridad que se ha creado en el barrio, en la ciudad, en el país y en el mundo, recibimos comunicados y cartas de todo el mundo. A mi me parece que ha sido un revulsivo para muchos creyentes y para muchos colectivos sociales, el decir ya esta bien, no se pueden hacer las cosas de cualquier manera y desde luego hay cosas que no son tolerables.

P: ¿Es un movimiento que va más allá de lo estrictamente religioso?


R: A mi me parece que existe una gran manipulación de muchas personas e instituciones de lo religioso. Lo religioso se ha vinculado a lo puramente misterioso. Desde ahí tendríamos que hablar que Jesús (de Nazaret) no ha sido religioso porque Jesús ha tenido un compromiso político y social muy fuerte. Para mi hablar de proclamación de la fe es hablar de lucha por la justicia y hablar de lucha por la justicia es hacerlo de proclamación de la fe.

P: ¿En que campos sociales actúa la parroquia?


R: En todo lo que tiene que ver con el mundo de la exclusión social. Hablamos de un sistema social que crea y vomita marginación y desde ahí el compromiso es en torno a la exclusión social. En nuestras casas hay viviendo gente con problemas de droga, de alcohol, inmigrantes, menores, todo aquello que ,digamos, habita los últimos lugares de los sectores sociales de exclusión social.

P: ¿Se ha producido algún cambio en la iglesia tras la proclamación de Benedicto XVI como máximo representante de la iglesia católica?


R: Es pronto todavía. Pero me parece que el pontificado de Benedicto XVI es en el ámbito del conservadurismo igual que el pontificado de Juan Pablo II, una vuelta, no a las raíces cristianas sino a la tradición más conservadora de la Iglesia, a la tradición ritual. Por otro lado es un situar a la Iglesia víctima de este mundo, la Iglesia es la que sufre, la Iglesia es la que es perseguida y sin embargo eso no esta yendo de la mano de una Iglesia al lado de las verdaderas víctimas de este mundo. Hemos descubierto que los vicarios de cristo son los pobres. Ni se ha producido ni creo que se vaya a producir un cambio sustancial en cuanto la apertura de la Iglesia al mundo. Este papa ha sido un hombre que se ha significado por sus condenas al mundo y a muchos teólogos. Lo que esperamos son muchas menos concesiones a la apertura y a la independencia.

P: Actualmente en el mundo, ¿cree que las religiones están siendo un elemento de unión o de enfrentamiento?


R: Creo que todas las religiones están en un momento de conflicto debido a que la idea o la imagen de Dios es un concepto tremendamente manipulado desde los poderes de este mundo. Como antítesis tenemos el terrorista americano George Bush aclamando a Dios en la invasión y el terrorista Bin-Ladem, amamantado por el poder económico americano, aclamando a Dios, todo en aras de la dictadura contra el ser humano. En ese espacio yo creo que la Iglesia que no sirve al ser humano más roto, más débil, más pequeño, me parece que es una Iglesia al servicio de esa manipulación de Dios.

P: ¿Cree que la iglesia debería mantenerse al margen de la política?


R: No, uno de los personajes políticos más importantes de la historia fue Jesús. Otra discusión sería el posicionamiento público de la Iglesia institucional tan cercano a la derecha, e incluso me atrevería a decir a la extrema derecha española. La Iglesia institucional española intenta influir en la sociedad desde el poder y otros, si algo influimos, es para influir en la sociedad desde el compromiso con los sectores sociales más vulnerables y pequeños, es lo que nos diferencia. Una es la Iglesia que impone y otra la Iglesia que sirve.

P: A raíz de tus discrepancias con la institución eclesiástica, ¿has pensado alguna vez en colgar el hábito?


R: Hasta ahora no, porque a mi me salieron los dientes en la Iglesia, creo que en la Iglesia cabemos todos. Si alguien entiende que no cabemos todos, pues ya sabe donde tiene la puerta. La Iglesia no es la dueña del mensaje de Jesús. Creo que la Iglesia no es mía, pero tampoco de ellos. Al inicio de este conflicto cerca de 153 curas de Madrid habían pedido al cardenal que se nos suspendiera “ad divinis”, que significa que la Iglesia no nos reconociese como curas.

P: Hablando de inmigración, ¿Cómo valoras las políticas de inmigración que hoy en día se desarrollan en España?


R: Hay un interés migratorio en la importación de mano de obra, todos aquellos oficios que la España rica no quiere realizar, que la realicen los inmigrantes. Por otro lado una política, pero no solo de España sino de Europa, de lógica de no querer aceptar el conflicto de la inmigración porque eso supondría aceptar y cuestionarnos un sistema económico mundial que sigue permitiendo el que sigan muriendo tantos miles de personas de hambre. Aceptar que los pobres vengan al carro de los ricos supone compartir nuestra tarta y esto supone denunciar que vivimos en un planeta que es injusto. Estamos en un mundo donde hay un pecado del sistema, porque sigue creando marginación. Esto solo podrá cambiar si los que estamos abajo somos capaces de oponernos y quebrar ese círculo vicioso.

domingo, 23 de septiembre de 2007

¿Qué es África?


África no existe. Es otro caso del poder simplificador que tenemos los occidentales guiados por la habitual costumbre de intentar transformar lo grande en pequeño para así poder comprender todo aquello que nos es desconocido. Intentamos comprender las cosas mediante intentos de racionalismo positivista y científico, ¿para que intentar complicarse la vida cuando podemos resumir todo en una sola palabra?: África. Imaginamos desiertos, sequia, niños desnutridos, salvajes guerras, primitivas costumbres, irracionalidad, campos de refugiados, extensas sabanas llenas de leones y cebras. El esteriotipo nos mata. Un senegales tiene tanto que ver con un ruandes como un español con un coreano. No es imprescindible poner ejemplos tan radicales, debemos de pensar que la estructura social de los africanos antes de la llegada de los mal llamado colonialistas, imperialistas y dominadores sería más exacto, se basaba en el clan. El clan tiene un carácter familiar, podriamos decir que es algo parecido a lo que aqui considerariamos una familia con primos, tios, abuelos etc. La diferencia fundamental radica en que un clan es mucho más extenso, ya que mientras en occidente la familia reune a los familiares más cercanos, el clan esta formado por toda la gente que tenga alguna relación o vínculo ancestral. Pues bien, estos clanes se agrupaban en torno a un determinado territorio que les había pertenecido a lo largo del tiempo, este territorio era considerado sagrado debido a que allí estaban enterrados los antepasados de todos los miembros del clan. Un grupo de clanes se agrupanen tríbus, como los Ashanti de la provincia de Kumasi en Ghana o los Mandinga. Tanto los clanes como las tríbus mantenian relaciones de convivencia y conflicto con otras tríbus y clanes cercanos. Esto explica en parte que la violencia en los países de África no la trajo el hombre blanco, sin embargo, estas luchas se realizaban con lanzas, espadas y armas primitvas; hoy en día estos conflictos se resulven con cientos y miles de muertos debido al tráfico de armas con el que los países occidentales se enriquecen.

Como podeis suponer no existian países como tales, ni Etiopia, ni Sudan, ni el Congo, las fronteras de África y la creación de los Estados fue una invención distributiva inventada por países como Alemani, GB y Bélgica, entre otros, para repartirse la tierra de todos esos clanes que de golpe y porrazo habían pasado a pertenecer a una misma nación liderada por los intereses occidentales.

Esta brutal división y manipulación de los territorios provoco que clanes y tribus enfrentadas se vieran obligadas a formar parte del mismo todo, dejaron de ser clan para ser Estado, y todos los odios que entre ellas se profesaban quedaron inmersos dentro del mismo, dormidos quizás por el yugo occidental. El problema llego con la descolonización, con la emancipación de los países africanos de la opresión occidental. Los diferentes tríbus se lanzaron a la ocupación del poder en cada regíon, todos querían poseer de alguna manera el poder que antes ostentaron los blancos y de ahí surgieron las guerras de carácter civil. Esta obsesión por el poder tambíen se puede explicar debido a la precaría situación de los territorios, cuando no habia que comer, que es la mayoría de las veces, los únicos que lo hacian era la gente de poder. Esto más el odio sectario (entre otras cosas) entre tribus provocó y sigue provocando las luchas que hoy en día siguen ahogando a los diferentes pueblos africanos en el fondo del lago...

problemas de simplificar lo insimplificable...